Alcuéscar, situado en la sierra cacereña entre Montánchez y San Pedro, es una villa de historia y naturaleza que enamora. Destaca la Basílica visigoda de Santa Lucía del Trampal, datada entre los siglos VII y IX y Bien de Interés Cultural, el único templo visigodo del sur de la península. También, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, gótico-renacentista, se eleva en el centro urbano. Las ermitas de la Virgen de Fátima y San Isidro brindan miradores panorámicos. Además, la Ruta de los Alcornoques permite paseos entre encinas, alcornoques y manantiales, perfectos para el senderismo. Las fiestas locales –La Jira, Feria de la Tenca y el Vino–, junto a la gastronomía (migas, escabeches, vinos de pitarra), complementan la experiencia. Alcuéscar es un destino auténtico para una escapada cultural y natural.